Todo comienza el 30 de agosto en Burriana (Valencia), donde
Francisco, un señor de 75 años salió a pasear por el pueblo. Todo iba bien
hasta que, debido al alzhéimer, no supo cómo volver a su casa.
Entonces se encontró con una perrita callejera de tan solo 4
meses que, con esa sabiduría innata que tienen los animales, supo que algo no
iba bien y no se separó de Francisco en toda la noche.
A la mañana siguiente, tras 15 horas perdido, la policía los
encontró a ambos juntos y, cuando iban a llevarlo al hospital para hacerle
diversas pruebas, la pequeña perrita no quiso separarse de él, ni él de ella.
Esta historia tiene un final feliz, pues después de conocer
el acto tan hermoso de la perrita, la familia de Francisco decidió adoptarla y
ponerle el nombre de Estrella.
Desde entonces, está feliz en su nueva familia, recibiendo el mismo amor que ella les da, especialmente a Francisco, de quien no se separa.
Desde entonces, está feliz en su nueva familia, recibiendo el mismo amor que ella les da, especialmente a Francisco, de quien no se separa.
Ojalá poder contar millones de historias así
¡Nos seguimos leyendo!
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